La incorporación de IA en las empresas trajo nuevas formas de solucionar los problemas, nuevos niveles de velocidad y precisión y nuevas formas de trabajar y ponderar lo que se puede hacer.
Según el paper “La inteligencia artificial y el futuro del trabajo”, la IA se puede utilizar para optimizar procesos existentes, lo que permite ahorrar hasta el 80% en los costos de la externalización de servicios auxiliares o al cliente, y para mejorar procedimientos, por ejemplo reformulando pronósticos de ventas, la logística y la cadena de suministros.
En lo que hace a gestión de las personas, las novedades están a la orden del día. La empresa estadounidense Deepple se ocupa de desarrollar soluciones de ingeniería de datos e inteligencia artificial aplicada al ámbito de los recursos humanos.
Entre otras cuestiones, sus desarrollos permiten identificar el potencial de las personas y los equipos de una empresa y evaluar su capacidad para alcanzar los objetivos de negocio.
Combinando la IA con psicología social y neurociencias, Deepple creó una herramienta que detecta la propensión de los empleados a renunciar a su puesto de trabajo.
“No se puede predecir el comportamiento humano”, advierte Yoel Kluk, jefe de producto y especialista en IA de Deepple. “Pero afortunadamente, las computadoras están hechas para imitar cómo funcionamos las persona. A partir de algoritmos, puedo encontrar la ‘tormenta perfecta’ que me indique que hay a una persona propensa a irse de la empresa”, asegura.
“Las empresas tienen muchísima información de la gente, pero no la usan, no la juntan”, sigue el experto. “El input para esta herramienta es información que ya existe de las personas: es hombre, es mujer, cuántos años lleva trabajando, en qué turno, en qué edificio, qué cursos tomó o no tomó. La cuestión es cómo distribuir el peso de cada variable para determinar en cada persona esa propensión”.
Por supuesto, aclara, esto no reemplaza la decisión del ser humano. “No puede reemplazar, por ejemplo, la experiencia de un supervisor. Pero sí es objetivo: lee datos y es preciso para generar modelo predictivos”
“A partir del concepto de ‘la gran renuncia’ (el éxodo laboral masivo en muchas empresas tras la el fin de las restricciones por COVID-19), hay una preocupación por el ciclo de reclutamiento, rotación y sucesión de los empleados”, señala.
Ezequiel Kieczkier, socio fundador de Olivia, que es partner global de Deepple. “La incidencia del GPT está poniendo en boga la IA. Las compañías más importantes se están planteando las primeras preguntas y trabajando en los primeros proyectos para integrar estos modelos”, agrega.
Otros usos
La IA usada para la gestión de personas permite “hacer revisiones objetivas: toma datos, los procesa sin que intervengan juicios cognitivos y los pone en otro lado”, dice Patricio Martínez, vicepresidente y Head de SAP SuccessFactors.
Por ejemplo, utilizando videoanalytics, se puede analizar la asistencia en distintos turnos de una planta productiva, si los empleados están trabajando en su lugar y con las características que merecen. O, en operaciones productivas, si tienen las certificaciones y cursos para realizar las tareas que les corresponden.
“Estas cosas hoy se pueden automatizar, hacerlo a un costo más eficiente y, cuando hay un alerta, elevarla para que alguien, en un juicio cognitivo, tome una decisión de negocio”, dice Martínez.
Un relevamiento realizado por Grupo Gestión a más de 60 directores y gerentes de Recursos Humanos en la Argentina muestra que el 60% de ellos ve en la IA una tecnología confiable para la selección de personal.
“Cuanto más masivo es el proceso, más beneficios trae incorporar la IA, que ayuda como filtro inicial”, explica Daniel Iriarte, director asociado de Glue Executive Search. “La compañía está dispuesta a un margen de error, en pos de que en 50 minutos se analicen 20.000 CV”, ejemplifica.
Sin embargo, en las búsquedas ejecutivas “no vemos tanto impacto”, dice. “Aunque tenemos un sistema que tiene filtros por palabras clave, el resto es charla y evaluación de competencias blandas”. En las personas, asegura el experto, “siempre hay algo que trasciende el dato”.
BW Comunicación es una consultora que se especializa en comunicación interna. Uno de los servicios que prestan es el desarrollo de bots, cuya demanda se incrementó con la pandemia.
“Los bots vienen funcionando hace un par de años para automatizar todo tipo de procesos de RR.HH.: desde responder preguntas frecuentes hasta llevar adelante un proceso de onboarding, desde facilitar el recibo de sueldo o ayudar a gestionar una licencia, hasta permitir la reserva de una sala de reuniones”, enumera Pablo Faga, su director.
Estos bots son bastante “básicos”, ya que responden en función de “intenciones” o palabras clave identificadas que disparan respuestas prefabricadas. “El aprendizaje es muy artesanal: alguien ve todas las preguntas que hicieron los usuarios y en base a eso se arman nuevas respuestas”, explica.
La incorporación de IA va a aportar un enorme valor a este tipo de servicio. “Estamos experimentando para que cuando el bot se quede sin respuestas, en lugar de decirte ‘no tengo respuesta’, te conecte con un motor de IA”, cuenta Faga. “Y, por otro lado, que converse con la gente con el estilo cultural de la empresa en particular”.
Así, la IA permitirá que un bot, después de “estudiar”, por ejemplo, el manual de inducción de una empresa, pueda responder cualquier pregunta al respecto, y de múltiples maneras.
“En eso estamos trabajando”, cuenta Faga. “Cada empresa conversa de una manera particular, con jerga propia, con lenguaje inclusivo o no, con voseo o tuteo, etc. El desafío es que la IA aprenda también a responder cualquier pregunta según la forma de conversar de cada empresa en particular”.
“Siempre decimos que el bot te saca tareas que no agregan valor. Y eso genera una gran oportunidad, ya que al dejar de hacer esa tarea se pueden hacer cosas más estratégicas, como pensar buenas ideas o hablar con la gente”, concluye.