BW Comunicacion Interna

¡Calma! ¡Calma! ¡Que no panda el cúnico!

Por Maximiliano Blanc, socio y CEO en BW Comunicación.

Publicado por Mdz Online.

Entre la inflación descontrolada y la situación post PASO, en el país estamos inmersos en un contexto de extrema incertidumbre. Quienes se desempeñan en roles de liderazgo tienen una responsabilidad extra ante sus respectivos equipos de colaboradores.

Cuando no sabemos qué es lo que va a ocurrir las personas tenemos incertidumbre.

¿Quién puede pensar que en los últimos días nuestros equipos de trabajo se desempeñaron de la misma manera en que lo venían haciendo en los últimos meses? Los vaivenes en el tipo de cambio y la incertidumbre sobre el futuro del país y de sus vidas impactan en el desempeño de nuestros colaboradores. Cuando no sabemos qué es lo que va a ocurrir las personas tenemos incertidumbre. Esta incertidumbre genera miedo: el miedo es una emoción sobre algo que nos puede pasar en el futuro. O mejor dicho, algo que imaginamos que nos puede pasar. Una de las formas más comunes de reaccionar ante el miedo es la paralización. Nos paralizamos como instinto de conservación. 

El miedo llevado al ámbito del trabajo es el que nos impide presentar un proyecto, faltar a una reunión o evitarla, no mandar o responder un mail, etc. Una empresa que tiene a sus colaboradores paralizados se encuentra inmersa en un clima de malestar, de tensión. Además, no es productiva y por lo tanto no es rentable. Por eso quienes las lideramos debemos llevar inmediatamente tranquilidad a nuestra gente. ¿Pero cómo?

¿Y por casa cómo andamos?

Antes que nada: tenemos que estar calmos nosotros. Quienes dirigimos compañías en Argentina es altamente probable que ya hayamos atravesado crisis anteriores y sabemos que estar tranquilos es fundamental. Estar tranquilos nos permite pensar mejor y estar atentos a nuevas soluciones, oportunidades. A su vez, ese estado de calma se puede contagiar a nuestros equipos de trabajo.

Una vez que estamos tranquilos y trazamos cierto plan o pasos a seguir, entonces, sí: buscar comunicarnos con ellos a la brevedad. Buscar cuál es el mejor canal de comunicación interna para llegar a nuestra gente y contarles la verdad. La verdad de lo que pasa en nuestro negocio, la verdad de lo que pasa con nuestro futuro, la verdad de lo pasa si tenemos que enfrentar una etapa difícil. 

Si nuestros colaboradores saben la verdad y son fieles a nuestra compañía van a poder trabajar de forma más apacible: sabrán qué es lo que tiene que hacer, hacia dónde dirigir sus esfuerzos. Ponerlos al tanto de la situación debe ser una de las cosas más importantes que tenemos que hacer en estos momentos de crisis. No dejemos este tema para el último, ni subestimemos el impacto que tiene en nuestra gente la palabra de sus líderes.

Nuestro equipo de liderazgo tiene que estar muy bien informado y alineado. Cada uno tiene que saber exactamente lo que tiene que hacer y decir en su área de influencia. Y luego ser promotores de la comunicación. No alcanza con que el CEO de una organización se comunique: los directores deben estar al pie del cañón amplificando el mensaje que se está dando. Y las redes de comunicación interna o los “influencers” también deben ser parte de este plan de comunicación.

Muchos manuales dicen todo lo contrario: que lo mejor que uno puede hacer cuando hay incertidumbre es no decir nada. No estoy de acuerdo con ese silencio. Si uno no dice nada la gente completa ese espacio con la peor versión de la realidad. Nuestra imaginación es infinita para crear escenarios catastróficos aún cuando estamos a miles de kilómetros de distancia de esa posibilidad. Por eso, apuntemos a completar nosotros con información verdadera de la situación. Y si todavía no tenemos algo concreto que transmitir, recomiendo comunicar exactamente eso: que estamos trabajando en las posibles alternativas a tomar en este escenario.

Los vaivenes de la economía argentina ya no permiten que los líderes estén distantes de sus equipos. Hoy más que nunca la comunicación es una de las herramientas más poderosas para contener y cuidar a nuestra gente en estos momentos, y por qué no, aprovechar esta situación para hacerla participar de la solución.

Si nosotros compartimos el plan con nuestro equipo, ellos no solo estarán más tranquilos porque saben que hay alguien que les está contando la verdad de la situación sino que también trabajarán mejor porque podrán poner su foco en desarrollar su trabajo y no en preocuparse porque no saben lo que pasará. 

Pero lo más importante que lograremos si nos comunicamos con ellos es hacerles entender que ellos son importantes para nosotros y que sin ellos no podremos salir de esta difícil situación. Que entiendan que todos estamos en este barco y que la salida es con todos juntos, es una de las cosas más valiosas que puede hacer un líder por su equipo.

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