La película Minority Report, filmada en 2002, situaba su trama en un futuro ubicado en el año 2050. En ese contexto, la sociedad permitía, entre otras cosas, leer el iris de las personas para ofrecerles publicidad personalizada basada en sus características y hábitos de compra.
En aquel entonces, nos parecía que una realidad como esa estaba muy lejana. Sin embargo, a mitad de camino, la tecnología ya nos permite hacerlo.
¿Cómo podría esa tecnología impactar en las empresas y en la comunicación interna?
El primer impacto se vería reflejado en la hiper-personalización, ya que se podría crear un mensaje específico para cada persona. Imaginemos este escenario: uno llega a su puesto de trabajo y una cámara de seguridad, similar a las que vemos hoy en cualquier oficina, reconoce a la persona, busca automáticamente su perfil y detecta su rol en la organización.
A partir de ahí, la tecnología identifica qué información es relevante para esa persona dentro de la organización. Luego, utilizando inteligencia artificial generativa, genera mensajes personalizados sobre temas como seguridad, beneficios, planes de capacitación o proyectos en los que la compañía está involucrada y requiere su aporte. Estos mensajes pueden enviarse a pantallas ubicadas en la organización mientras la persona camina frente a ellas, o bien directamente a su correo electrónico al momento de sentarse en su escritorio. Incluso, podrían organizarse diferentes temas en función de sus prioridades.
¿Estamos preparados para este nivel de personalización?
La tecnología necesaria para que esto suceda ya existe y está disponible. Pero, la pregunta clave es: ¿estamos preparados para ese nivel de control?, ¿queremos los colaboradores que nuestra empresa tenga tanta información sobre nosotros? Es un interrogante que todos debemos plantearnos. Aunque, en muchos casos, ya hemos dado una respuesta implícita. Cada vez que usamos una app en nuestro celular, aportamos información valiosa y personal de nuestras vidas. Esto nos lleva a otra pregunta: ¿por qué no nos molesta dar información a una app, pero sí nos incomoda compartirla con nuestro empleador?
La clave está en la percepción de seguridad
Cuando damos información a una app, lo hacemos con la expectativa de obtener una recompensa inmediata. Sin embargo, cuando esa información se comparte en el ámbito laboral, sentimos que ponemos en juego aspectos importantes de nuestra vida personal y profesional. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Cómo podemos utilizar la tecnología para mejorar la calidad de nuestro trabajo sin sentir que estamos comprometiendo nuestra privacidad?
La respuesta está en la comunicación interna
La Comunicación Interna debe ser la herramienta clave para informar a los colaboradores sobre los beneficios de las herramientas tecnológicas y demostrar que no son una amenaza, sino un recurso para mejorar su desempeño.
Gracias a la tecnología, hoy podemos trabajar de manera remota, formarnos en instituciones de otros países y disfrutar de formatos híbridos que tantas personas valoran.
En un mundo donde la Comunicación Interna y la Transformación Cultural son fundamentales, la implementación de herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial y las plataformas colaborativas redefine el trabajo híbrido. Estas soluciones no solo mejoran la experiencia del empleado mediante campañas de comunicación interna y gestión del talento, sino que también permiten a las organizaciones adaptarse a un entorno de cultura organizacional más ágil y dinámico. Con estrategias de comunicación enfocadas en la hipe-rpersonalización, las empresas pueden potenciar su Employer Branding y optimizar sus recursos para crear espacios de colaboración más efectivos, tanto físicos como virtuales. La clave está en utilizar estas herramientas de forma ética y transparente, posicionándolas como aliadas en el desarrollo empresarial y en la creación de entornos laborales donde el bienestar y la flexibilidad sean prioritarios.